“Hace muchísimo tiempo existió algo desprovisto de nombre y cuya forma desconocida ocultó tanto el cielo como la tierra. Al verlo, los dioses lo agarraron comprimiéndolo contra el suelo, con la cara hacia abajo. Brahma hizo que los dioses lo ocuparan y lo llamó vastu-purusha-mandala” – Texto Hindú.
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“Pintar y dibujar mandalas es realizar un viaje alucinante por lugares insospechados que sorprenden y apasionan”
Por: Andrea Puchi (*)
Los mandalas llegaron a mi vida fortuitamente un día cualquiera. Se dice que son ellos quienes te buscan: “el maestro aparece cuando el discípulo está preparado”. Fue la belleza de sus formas y colores lo que me cautivó en un principio, cuando no sospechaba aún el mundo de posibilidades que se abría para mí en ese instante. Comencé a dibujarlos y pintarlos por todas partes, incluso los bordé y tejí, intuyendo que venían para quedarse.
No es fácil poner en palabras lo que se experimenta en el trabajo con mandalas, hoy considerado una extraordinaria herramienta de meditación activa. Dan paz, relajan y entretienen entre muchas otras propiedades curativas.
Pintar y dibujar mandalas es realizar un viaje alucinante por lugares insospechados que sorprenden y apasionan. El mandala permite un encuentro amoroso con uno mismo y con los demás. Terapéuticamente tienen el poder de equilibrar los hemisferios cerebrales mediante el trabajo centrado, permitiéndonos encontrar la calma en medio de la tormenta.
La palabra mandala es de origen sánscrito y significa círculo sagrado. Infinitud de formas, figuras, símbolos y colores dispuestos en forma circular alrededor de un centro. La representación del micro y del macrocosmos, lo que conocemos y lo desconocido, la luz y la sombra, el problema y la solución, la magia y lo evidente, todo está contenido dentro de un mandala. Pag.17.
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(*) Andrea Puchi posee estudios en Psicología Transpersonal, Psicoplástica y Arte Terapia. Es terapeuta de Reiki, Flores de Bach, Arte y Mandalas. Además, es socia fundadora de la Asociación de Mujeres Artistas. (AAVRM).
Su filosofía de vida, se orienta a facilitar a otros la individuación, mediante el proceso creativo. Vivenció experiencias relevantes como ayudar a jóvenes y niños enfermos de cáncer a sentirse aliviados, animosos, dando forma a simples y rudimentarias expresiones de sueños y alegrías. Actualmente dicta clases y talleres de plástia, mandalas y arte terapia.
